Espacio informativo con las principales novedades literarias tanto para escritores, poetas y amantes de la literatura en general.
Permite la libre circulación de ideas y admite colaboraciones desde cualquier lugar del mundo.

sábado, 29 de enero de 2011

Biblioteca Mario de Andrade, la segunda más grande de Brasil reabre sus puertas


La biblioteca Mario de Andrade, la segunda más grande de Brasil (con 185.712.713 habitantes .2010) , reabrió sus puertas en Sao Paulo coincidiendo con el aniversario de la fundación de la ciudad, tras haber permanecido tres años cerrada por obras de modernización.

El alcalde de la ciudad, Gilberto Kassab, ofició la ceremonia de reapertura del edificio, ubicado en el corazón de la capital paulista, en un acto al que también acudieron la ministra brasileña de Cultura, Ana de Hollanda, el gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alkmin, y el ex candidato a la Presidencia del país José Serra.

"Es un regalo a la ciudad. Un equipamiento extraordinario, una biblioteca que trae muchos recuerdos. Yo mismo tengo buenas historias vividas aquí. En mi infancia pasé tardes en la Mario de Andrade", aseguró Kassab, citado en un comunicado oficial.

Para el alcalde, una vez restaurada la biblioteca da "la oportunidad" de continuar escribiendo en ese espacio "la historia de Sao Paulo".

La biblioteca pone a disposición de los ciudadanos un fondo de 327.000 libros, entre los cuales se encuentran 51.000 piezas consideradas raras o especiales, según una nota de la institución.

Además de las obras de restauración de la biblioteca, que han tenido un coste de 16,3 millones de reales (unos 9,7 millones de dólares, 7,1 millones de euros), la plaza José Gaspar, donde se encuentra el edificio, también fue revitalizada.

Inaugurada en 1926 en otra zona de la ciudad, la Mario de Andrade fue trasladada en 1943 a su actual ubicación, un espacio art déco de 12.032 metros cuadrados proyectado por el arquitecto francés Jacques Pilon.

Los responsables de la institución han programado una nutrida agenda de actividades culturales que incluyen visitas guiadas y presentación de libros, además de una serie de conferencias y actuaciones dedicadas a la música de los diferentes pueblos que, procedentes de todo el mundo, se confunden en Sao Paulo y confieren a la ciudad un genuino espíritu multicultural.EFE/LIVDUCA

viernes, 28 de enero de 2011

A un año del fallecimiento del escritor estadounidense J.D. Salinger, sus seguidores se enteran de aspectos celosamente guardados.


El escritor estadounidense Jerome David Salinger disfrutaba su labor como autor pero no se sentía cómodo con la trascendencia que alcanzó su figura a raíz del éxito de sus obras. Por ese motivo, este hombre nacido en Nueva York el 1 de enero de 1919 evitaba la exposición pública y se esforzó durante muchos años por mantener su vida privada fuera del foco de atención.

Pese a su perfil reservado, el creador de “El guardián entre el centeno” no pudo evitar que, tras su muerte, empezaran a conocerse datos sobre sus preferencias y aficiones.

Hasta ahora, muchos conocían al Salinger novelista pero sólo unos pocos privilegiados tenían acceso al mundo privado de este talentoso estadounidense. Sin embargo, desde que se difundió el contenido de alrededor de cincuenta cartas redactadas por él que estaban dirigidas a su amigo Donald Hartog, numerosas cuestiones vinculadas a su figura tomaron estado público.

Esos mensajes desarrollados entre 1986 y 2002 que, en el último tiempo, fueron publicados en Gran Bretaña permiten saber, por ejemplo, que Salinger admiraba al tenista Tim Henman, tenía como restaurante favorito a la cadena de comida rápida Burger King, disfrutaba viajar en ómnibus a sitios como las cataratas del Niágara y al Gran Cañón del Colorado, recordaba con alegría sus cenas en el exclusivo hotel Savoy de Londres y era fiel seguidor de series televisivas como “Upstairs Downstairs”.

En una de las misivas, además, el escritor se permite definir a los políticos de su país como “un conjunto de odiosos” y presentar a los presidentes Ronald Reagan y George Bush como “el saliente títere y el entrante títere”, tal como reproduce el portal AnsaLatina.com.

Aunque con la difusión de estos materiales no se estén respetando los deseos de J.D. Salinger, no caben dudas de que resulta interesante descubrir aspectos hasta ahora desconocidos de este hombre que, a través de sus textos, logró ganar un lugar de privilegio en la historia de la literatura estadounidense.

El creador de la exitosa novela titulada “El guardián entre el centeno” no era un hombre que disfrutaba la exposición mediática. Él, Jerome David Salinger, era un autor que se limitaba a escribir y evitaba todo contacto con la vida pública.

Lejos de pasar desapercibido como él deseaba, esa actitud de esconderse envolvió a su figura en un fascinante halo de misterio que generaba curiosidad e interés tanto en colegas como en los lectores que se sorprendían con sus propuestas literarias.

encerrado en su cabaña de New Hamsphire y alejado del mundo hace más de cuatro décadas, alimenta el misterio que le ha rodeado. Su novela The catcher in the rye (El guardián entre el centeno) ha pasado a la historia como la más fascinante y leída narración de la literatura norteamericana del siglo XX. Se calcula que ha vendido desde que se publicó en 1951 más de sesenta millones de ejemplares y cada año se reeditan e imprimen 250.000. Esta novela da la voz, en una especie de monólogo continuo, a un adolescente, Holden Caulfield, que expresa su angustia e ira frente al mundo de modo feroz. Late como tema central el miedo a crecer, a hacerse adulto y a la responsabilidad. El mundo de los adultos se siente falso e hipócrita contemplado desde esa mirada de pureza todavía incontaminada que es el mundo de Holden, un muchacho que rememora desde el psiquiátrico tres días de su vida y su deambular por Nueva York manifestando su odio, su aversión y su crítica mordaz frente a los personajes que se encuentra aunque en algunos momentos también deja salir su ternura como la que siente hacia su hermana pequeña que lo idolatra, pero a la que también abandona.

Los 59 años pasados desde su publicación no han disminuido el impacto y la sacudida que provoca esta narración en los lectores, más si estos son adolescentes. He tenido ocasión de comprobarlo proponiéndola como libro de lectura en cuarto de la ESO y la mayoría de los alumnos lo consideraron como la mejor novela que habían leído ese curso y algunos sostenían que era la mejor que habían leído o leerían jamás. Muchos se sintieron identificados con ese personaje y disfrutaron de sus fobias y su lenguaje soez. El fluir del habla de Holden atrapa porque es totalmente diferente a la de cualquier héroe literario, y más de los de esas babosas novelas para adolescentes políticamente correctas, moralizadoras y educativas en valores. Porque El guardián entre el centeno no es una novela convencional. Es corrosiva y potencialmente peligrosa. Algunos críticos y profesores en Estados Unidos alertan sobre el efecto disolvente de este relato. Y es que Salinger en algún sentido se ha convertido en una religión y sus lectores en devotos seguidores de un misterio. Recordemos que el asesino de John Lennon llevaba encima esta novela.

Pero ¿quién era su autor? Sólo disponemos de dos fotografías de él porque se encerró y ocultó para protegerse del mundo en su cabaña de Cornish ya en 1952, abrumado por el éxito de su novela. No publicó nada más e impidió legalmente que se publicaran biografías sobre su figura e incluso que un autor sueco continuara la historia de su protagonista Holden. Su hija publicó, no obstante, un libro titulado El guardián de los sueños en el que presentaba una imagen terrible de su padre. Egocéntrico, cruel, autoritario, machista, diabólico, extremadamente susceptible, despreciativo de cualquier debilidad humana, seguidor de religiones en busca de la iluminación como la de la Cienciología, la Dianética, la Ciencia cristiana o el budismo. Se sometía a ritos de purificación incluso bebiendo orina. Aprovechó su fama y mito creado dejándose querer por muchachas de dieciocho años (cuando él tenía 53) a las cuales destruía psicológicamente y abandonaba. En muchos sentidos podemos decir -y es la imagen que da su hija de él- que fue un hijo de puta en el peor sentido de la palabra, pero los juicios morales no nos ayudan a descifrar el misterio y el hechizo que sigue emanando de su novela que camina por el filo del precipicio y se incluye dentro de la literatura maldita.

Muchos adolescentes y adultos tienen a esta novela como un libro totalmente de culto, y la sombra que rodea al autor, su maldad incluso, actúan como elementos que confieren un brillo diabólico a esta narración especialmente pero también a otros relatos suyos menos conocidos como los que tienen como eje a la familia Glass: Nueve cuentos y Franny y Zooey . El protagonista del cuento Un día perfecto para el pez plátano, Seymour Glass, perteneciente a los Nueve cuentos, se suicida en un día perfecto y en la playa. Su hija decía, no sin admiración, que no era raro que muchos de sus protagonistas se suicidaran o vivieran tan alejados de la realidad. Y es que los personajes de Salinger tienen mucho de él que fue un eterno y malvado adolescente, incapaz de soportar al mundo del que tuvo que exiliarse y vivir en la más absoluta oscuridad y silencio. No sabemos si escribió algo más. El dijo una vez en la única entrevista que concedió al New York Times por teléfono que había una paz maravillosa en no publicar. Quizás los que entren ahora en su cabaña encuentren algo que él no podrá impedir que se publique. Pero ¿escribiría algo que mereciera la pena después de esta novela iniciática?

Salinger se ha ido pero el personaje que encarnó sigue sumido en el misterio.

Desde los años 60, Salinger intentó proteger su privacidad recluido en una casa de Cornish (New Hampshire), un lugar que pudo mantener sus secretos durante muchas décadas pero que no fue capaz de ocultar con sus muros la noticia de su fallecimiento.

Quien se encargó de dar a conocer la lamentable información que enluta a la literatura universal fue Matt, el hijo de este novelista que no solía conceder entrevistas y que, fiel a su estilo, partió de este mundo a los 91 años (29/01/2010) sin dar indicios públicos de que la muerte estaba cerca. Incluso, sus allegados sólo se limitaron a confirmar su deceso, pero evitaron dar precisiones al respecto.

Lo único que expresó ante la prensa Phyllis Westberg, su agente literario, fue: “Para respetar su deseo intransigente de toda la vida de proteger y defender su privacidad, no habrá funeral y la familia pide que el respeto por él, por su trabajo y su privacidad se extienda a ellos, individual y colectivamente, en estos momentos”.

A esta altura, que no trasciendan las causas de su fallecimiento no es importante: lo único que vale es recordar a J. D. Salinger como un hombre talentoso que prefirió mantener su intimidad al margen de su actividad profesional pero que, sin embargo, compartió con generaciones enteras de diversas partes del mundo su perfil más profundo e interesante: el de escritor./Lulián Pérez Porto/AP Press/LIVDUCA

La novela inconclusa “El misterio de Edwin Drood” del escritor Carles Dickens tendrá un final propuesto por la BBC



El desafío de completar una novela que Charles Dickens dejó inconclusa es un reto que ya ha sido encarado en varias ocasiones, pero ahora es la guionista Gwyneth Hughes quien promete idear un final para “El misterio de Edwin Drood” que mantenga el espíritu y la calidad del resto del material.

El trabajo de Hughes, informó la agencia Reuters, podrá ser apreciado en los próximos meses desde la pantalla chica, ya que la BBC ha decidido trasladar esa propuesta que nació en el universo literario a la televisión. Esta adaptación, según trascendió, se enmarca en la serie de envíos televisivos y radiales que la cadena británica ha decidido lanzar a lo largo de 2011 para celebrar “la palabra impresa en el Año de los Libros”.

“El misterio de Edwin Drood”, de acuerdo a los datos que han podido recopilar algunos expertos en cuestiones literarias, es un relato que se conoció por medio de John Forster, el biógrafo y amigo de Dickens que recibió de manos del propio novelista inglés un borrador con la historia a medio hacer.

A medida que los años pasaron, fueron muchos los interesados en proponer un final para este trabajo que el estadounidense Robert Henry Newell parodió en “The cloven foot”. Lo interesante de ese ejercicio creativo es que, más allá de que el texto de base sea uno solo, la resolución de la trama nunca es igual porque está condicionada por las ideas de cada narrador.

Gracias a ello, el público/lector nunca se aburre al descubrir esta novela que ha animado al periodista Henry Morford y al impresor Thomas James a cerrar la historia de acuerdo a sus visiones personales. Incluso, en la adaptación musical de “El misterio de Edwin Drood” se permitió que fueran los espectadores los encargados de votar al responsable del enigma planteado.

Por otorgar la libertad de imaginar múltiples finales posibles, esta obra aún se mantiene vigente y es la BBC la que ahora promete sorprender a todos con una nueva versión de este antiguo texto que forma parte del legado del inolvidable Charles Dickens.

Charles John Huffam Dickens (1882-1870) fue un famoso novelista inglés. En su obra destacan las descripciones de gente y lugares, tanto reales como imaginarios. Utilizó en ocasiones el pseudónimo Boz.

Recibió críticas de sus mejores lectores, George Henry Lewes, James y Virginia Woolf entre ellos, los cuales achacaron ciertos defectos a sus obras, como el sentimentalismo efusivo de su prosa, acontecimientos irreales y personajes grotescos.

Ninguna de sus novelas se ha dejado de publicar. Dickens escribió novelas por entregas, el formato usual en la ficción en su época, por la simple razón de que no todo el mundo tenía los recursos económicos necesarios para comprar un libro, y cada nueva entrega de sus historias era esperada con gran entusiasmo por sus lectores, nacionales e internacionales. Dickens es actualmente y como lo ha sido siempre, admirado por escritores en todas partes como un ídolo literario.

Dickens nació en el distrito de Landport, perteneciente a la ciudad de Portsmouth, hijo de John Dickens (1786–1851), oficinista de la Pagaduría de la Armada en el arsenal del puerto de Portsmouth, y de su esposa Elizabeth Barrow (1789–1863). En 1814, la familia se trasladó a Londres , Somerset House, en el número diez de Norfolk Street. Cuando el futuro escritor tenía cinco años, la familia se mudó a Chatham Kent . Su madre era de clase media y su padre siempre mantenía deudas, debido a su excesiva inclinación al despilfarro. No recibió ninguna educación hasta la edad de nueve años, hecho que posteriormente le reprocharían sus críticos por mantener una formación bastante autodidacta. Con esta edad, después de acudir a una escuela en Rome Lane, estudió cultura en la escuela de William Gile, un graduado en Oxford. Pasaba el tiempo fuera de su casa, leyendo vorazmente y mostrando una particular afición por las novelas picarescas. En 1823, se reunió con su familia de nuevo en Londres, en el número 16 de Bayham Street, Camden Town, que era entonces uno de los suburbios más pobres de la ciudad. Aunque sus primeros años parecen haber sido una época idílica, él se describía como un «niño muy pequeño y no especialmente cuidado». Posteriormente hablaría de su extremo patetismo y su memoria fotográfica de personas y eventos que le ayudaron a traer su ficción a la realidad.3

Su vida cambió profundamente cuando su padre fue denunciado por impago de sus deudas y fue encarcelado en la prisión de deudores de Marshalsea. La mayor parte de la familia se trasladó a vivir con el Sr. Dickens a la cárcel, posibilidad establecida entonces por la ley que permitía a la familia del moroso compartir su celda. Charles fue acogido en una casa de Little College Street, regentada por la Señora Roylance y acudía los domingos a visitar a su padre en la prisión.

A los doce años, se consideró que el futuro novelista tenía la edad suficiente para comenzar a trabajar, y así comenzó su vida laboral, en jornadas diarias de diez horas en Warren's boot-blacking factory, una fábrica de betún para calzado, ubicada en Londres. Durante este periodo su vida transcurrió pegando etiquetas en los botes de shoes polish ganando seis chelines semanales. Con este dinero, tenía que pagar su hospedaje y ayudaba a la familia, la mayoría de la cual vivía con su padre, que permanecía encarcelado.

Después de algunos meses, su familia pudo salir de la prisión de Marshalsea pero su situación económica no mejoró hasta pasado un tiempo, cuando al morir la abuela materna de Charles, su padre recibió una herencia de 250 libras. Su madre no retiró a Charles de forma inmediata de la compañía, que era propiedad de unos parientes de ella. Dickens nunca olvidaría la decisión de su madre al obligarle a permanecer en la fábrica. Las condiciones deplorables bajo las cuales sobrevivían las clases proletarias marcarían su obra como escritor, de la cual dedicaría gran parte a la denuncia de dichas condiciones. Así fue como Dickens escribió en David Copperfield, juzgada como su novela más autobiográfica, «Yo no tenía ningún consejo, ningún apoyo, ningún estimulante, ninguna consolación, ninguna asistencia de ningún tipo, de nadie que me pudiera acordar. ¡Cuánto desearía ir al cielo!»

Escritores y usuarios se pronuncian ante posible cierre de las bibliotecas inglesas


La ola de privatización que nos invade con la excusa de la crisis no amenaza solamente el carácter público de muchos servicios sino que implica la desaparición de algunos de ellos, en nombre de la racionalización presupuestaria. La cultura, claro está, no sólo participa de esta fiesta neoliberal sino que es una de las más afectadas, porque ya sabemos que, además prescindible, parece que sea un lujo. Así parece entenderlo la administración inglesa que, sumada a otras medidas, ha decidido cerrar casi cuatrocientas cincuenta bibliotecas y bibliotecas móviles, en una cultura donde, al contrario que en otros países, las bibliotecas sí forman parte del entramado social.

Ante el miedo a que muchas de estas bibliotecas desaparezcan realmente, se han desarrollado diferentes acciones de protesta. A través de un blog los bibliotecarios informan de cuáles son las bibliotecas amenazadas, proponiendo acciones como el envío de cartas y la difusión de información. Como no podría ser de otra forma, diferentes escritores apoyan los actos de las bibliotecas, como es el caso de Alan Gibbons quien llama a unas “jornadas de resistencia contra los cierres”.

Algunas de las acciones son llamativas como la llevada a cabo por los vecinos de la población de Stony Stratford a unos noventa kilómetros de Londres. La protesta ha consistido en un llamamiento al uso del servicio de préstamo de manera masiva, de forma que cada usuario se ha llevado el máximo de libros posibles entre en doce y el quince de enero, con la idea de vaciar la biblioteca de sus dieciséis mil volúmenes. Casi cuatrocientos libros por hora pasaron por el mostrador de préstamo, consiguiendo así su objetivo. La acción fue convocada a través de la red social Facebook. Curiosamente una de las excusas para el cierre de las bibliotecas (deficitarias por definición) es que con Internet cada vez las usa menos gente.

Varios escritores ingleses se han sumado a la causa a favor de las bibliotecas y han comenzado a manifestarse públicamente. Entre ellos Colin Dexter recordando cómo la biblioteca de su barrio cambió su vida:

“Cuando era niño había tres libros en nuestra casa: El Médico Casero, de 1886, una novela victoriana estilo “Mills & Boon” titulada La primera oración de Jessica, y Cantos y Partituras sagradas de los evangelistas estadounidenses Moody y Sankey. De muchacho, inscribirse en la biblioteca constituía un rito de pasaje, y fue a los 14 años, que es la edad a la que me inscribí en la Biblioteca Stamford de Lincolnshire, cuando empecé a leer todas las 17 novelas de Hardy salvo una. La última la estoy reservando para la vejez. El servicio gratuito de bibliotecas públicas fue una de las mayores conquistas del siglo XX. La literatura abre puertas, y hete aquí a nosotros cerrándolas. Es muy triste, y exige un cambio radical de orientación por parte del gobierno, no sólo por los niños y ancianos que las usan, sino porque tenemos una tradición cultural que proteger. El gobierno habla de poder popular. Pues bien: el pueblo no quiere que se cierren las bibliotecas.”

jueves, 27 de enero de 2011

iPads que han reemplazado los libros de texto de historia, biología y álgebra en EE.UU.


Paulatinamente reemplaza a los libros de texto; cumple nuevas funciones y pesa menos en las mochilas

Cuando los estudiantes volvieron a clase este mes, algunos llevaban en su mochila una iPad que no habían recibido de manos de sus padres sino de sus escuelas. Un creciente número de escuelas de todo Estados Unidos están adoptando esa tableta electrónica como el último instrumento para enseñar Kafka en multimedia, historia por medio de juegos semejantes a los "concursos de preguntas y respuestas" y matemática con animación paso a paso de los problemas complejos.

Como parte de un programa piloto, la escuela Roslyn High de Long Island entregó 47 iPads a los estudiantes y profesores de dos clases de humanidades. El distrito escolar espera proporcionar iPads a sus 1100 estudiantes.

Una iPad cuesta alrededor de 750 dólares, y se las usará en clase y en el hogar durante el año escolar para reemplazar los libros de texto, permitir que los estudiantes se comuniquen con los profesores y entreguen trabajos y tareas y para preservar un registro del trabajo de cada alumno en archivos digitales.

"Nos permite extender el aula más allá de estas cuatro paredes", dijo Larry Reiff, un profesor de inglés de Roslyn que ahora pone online todos los materiales de su curso.

La irrupción es tal que una escuela privada de Tennessee exigirá el uso de iPads a los estudiantes de entre 8 y 18 años, para sustituir los libros de texto. La Webb School de Knoxville ofrecerá a los alumnos de bajos recursos opciones de alquiler de las tabletas electrónicas, que cuestan 500 dólares, informó Jim Manikas, director de tecnología de la institución.

Manikas explicó que se trata también de una cuestión de "salud", debido a las pesadas mochilas de libros que tienen que llevar los alumnos. "Tenemos alumnos que llevan casi 20 kilos en libros de texto, mientras que una iPad pesa menos de un kilo", señaló. Los funcionarios de las escuela afirmaron que páginas como Facebook y Twitter estarán bloqueadas dentro del campus escolar.

Elli Shellist, profesora de inglés en la Webb School, se mostró "entusiasmada" porque "hay cosas que podemos hacer con estas tabletas electrónicas mucho mejor que en textos de papel". La escuela de Tennessee se suma así a otras instituciones educativas, como la Seton Hill University, en Pensilvania, y la Universidad de Notre Dame, en Indiana, que anunciaron cursos exclusivamente a través de las tabletas electrónicas.

Las modas tecnológicas han ido y venido en las escuelas, y otros experimentos destinados a mejorar la experiencia educativa para los chicos que se han criado con los videojuegos y YouTube han tenido resultados no del todo convincentes. Los educadores, por ejemplo, aún no se han puesto de acuerdo sobre si la iniciativa de entregar una laptop a cada alumno ha mejorado el nivel académico. Y algunos padres y docentes han planteado la preocupación de que las escuelas se apresuran a invertir en esos dispositivos antes de que los trabajos de investigación hayan demostrado su valor en el campo educativo.

"Hay muy pocas evidencias de que los chicos aprendan más, más rápido o mejor si utilizan esas máquinas", dijo Larry Cuban, un profesor emérito de educación en la Universidad de Stanford, quien cree que el dinero estaría mejor gastado si se lo invirtiera en reclutar, entrenar y conservar a los docentes. "Las iPads son herramientas maravillosas para seducir a los chicos, pero cuando la novedad se gasta hay que volver a los problemas centrales de la enseñanza y el aprendizaje."

Pero los líderes escolares dicen que la iPad no es tan sólo un lindo juguete nuevo, sino más bien una herramienta poderosa y versátil con una multitud de aplicaciones, entre las que se cuentan miles de gran utilidad educativa.

Las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York han encargado más de 2000 iPads, por valor de 1,3 millones de dólares. Más de 200 escuelas públicas de Chicago se postularon para subsidios por 450.000 dólares destinados a la compra de iPads. El Departamento de Educación de Virginia está supervisando una iniciativa de 150.000 dólares destinados a iPads que han reemplazado los libros de texto de historia y biología en 11 escuelas. Y escuelas medias de California están enseñando su primer curso de álgebra sólo con iPad.

Hasta los chicos de preescolar las están usando. La escuela Pinnacle Peak de Scottsdale, Arizona, convirtió un aula vacía en un laboratorio con 36 iPads, llamado el iMaginarium. Según expresó el director del establecimiento, "de todos los aparatos que existen, la iPad es el que ejerce mayor poder de seducción sobre los chicos"./The New York Times/EFE/LIVDUCA

Opina un especialista argentino: Es obvio que se gana incorporando iPads a las clases", afirmó a La Nación el doctor Alberto Taquini, especialista en educación y miembro de la Academia Nacional de Educación. "Los temas instrumentales como la conectividad o los aparatos que se utilizan no están en el problema de la calidad y organización del contenido. El sistema educativo mundial está en colapso y es uno de los pocos sistemas que no se han adaptado al cambio tecnológico. Hay un debate creciente: si se incorpora rápidamente la tecnología al sistema educativo tradicional o la tecnología, desde afuera, diseña un nuevo sistema", añadió Taquini.

Premio Nacional de Literatura 2011 beneficia a Jeannette Miller reconocida escritora dominicana


Jeannette Miller, la ensayista, poetisa, cuentista y novelista dominicana que, a fuerza de talento y trabajo, ha logrado obtener en su país el Premio Nacional de Literatura 2011 que conceden en conjunto la Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura.

La distinción para esta destacada exponente del mundo de las letras que nació en Santo Domingo el 2 de agosto de 1944 llegó después de que el jurado de expertos convocado para la ocasión analizara su desempeño como poeta de la llamada Generación del 60, así como también “sus éxitos como narradora y su importante rol como crítica de arte”.

Según se informó, quienes tuvieron la responsabilidad de hallarle un nuevo destinatario al Premio Nacional de Literatura fueron José Luis Corripio Estrada (presidente de la Fundación Corripio), José Rafael Lantigua (ministro de Cultura), Jacinto Gimbernard (director ejecutivo de la Fundación Corripio) y los rectores del Instituto Tecnológico de Santo Domingo, Miguel Escala, y de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Agripino Núñez Collado, entre otras personalidades.

Tras evaluar el perfil de la creadora de propuestas como “El viaje”, “Fórmulas para combatir el miedo”, “Cuentos de mujeres”, “La vida es otra cosa” y “A mí no me gustan los boleros”, estos expertos resolvieron de forma unánime que, este año, fuera Jeannette Miller la merecedora del más alto galardón al que puede aspirar en su tierra un escritor dominicano.

Gracias a este fallo, pues, la autora, quien hasta el momento de escribir estas líneas no se había pronunciado al respecto de forma pública, recibirá este estímulo dotado con un millón de pesos(19.478 Euros) y un pergamino el próximo 23 de febrero, durante una ceremonia que se llevará a cabo en el Teatro Nacional./Julián Pérez Porto/LIVDUCA

Hay Festival es el evento artístico que reunirá al mundo intelectual y artístico. Renombrados escritores confirmaron su asistencia



Desde mañana y hasta el próximo domingo, la ciudad colombiana de Cartagena de Indias será sede del Hay Festival, un evento artístico que promete renovar el interés de la población por el universo artístico.

Esta edición, le confió a la agencia EFE Cristina Fuentes La Roche, la directora de la cita, estará enriquecida por las presencias de escritores y periodistas como Juan José Millás, Alessandro Baricco, Lydia Cacho, William Ospina, Philippe Claudel, Germaine Greer y Andrés Neuman, por citar sólo a algunos de los intelectuales que ya han confirmado su participación en el encuentro.

Para satisfacción de quienes asistan a este festival, las actividades programadas son variadas e incluyen desde la presentación de la orquesta habanera Buena Vista Social Club y un taller de edición impartido en conjunto por la española Beatriz de Moura (fundadora de Tusquets) y el mexicano Eduardo Rabasa hasta una charla del ya mencionado Millás junto al colombiano Mario Mendoza.

Antes de dar por finalizado este evento interesante desde el punto de vista literario, los organizadores planean honrar la memoria de Tomás Eloy Martínez con un homenaje que se llevará a cabo a partir de la intervención de figuras como Martín Caparrós, Cristian Alarcón y Jaime Abello Banfi.

Más allá de lo que ofrezca esta cita cultural en materia de contenido, el Hay Festival que está próximo a ser inaugurado en Cartagena de Indias merece ser tenido en cuenta por los aficionados a la literatura y al arte en general porque, además de ampliar los conocimientos y favorecer tanto el entretenimiento como la interacción del público con verdaderos artistas, persigue un fin benéfico: ayudar a través de la donación del 15 por ciento de lo que se llegue a recaudar en los días de festival a quienes resultaron perjudicados por la ola invernal de la ciudad./Verónica Gudiña/LIVDUCA