Ciertos libros de autoayuda pueden hacer daño
Un nuevo estudio advierte que pueden reforzar la visión negativa en la gente con baja autoestima.
Los libros de autoayuda no salen en publicaciones especializadas, no tienen críticas ni reseñas, y a veces ni siquiera tienen publicidad. Sin embargo, estos textos defenestrados por la élite literaria se venden de a miles y ciertos autores incluso lo hacen de a millones. ¿Sirven sus mensajes? Se ha dicho que "algo", que "depende", o en todo caso que son "inocuos". Ahora, una psicóloga canadiense no sólo pone en duda la efectividad de estos libros sino que asegura que para algunas personas pueden llegar a ser nocivos.
El estudio fue publicado en la revista Psychological Science. Su autora, Joanne Wood, de la Universidad de Waterloo, se centró en gente con muy baja autoestima. Dice que a estas personas los mensajes de estos libros les hacen mal porque en general los textos apuntan a potenciar lo positivo de cada uno. Sugiere que el repetirse a sí mismos frases positivas del estilo "tu puedes" o "eres el mejor" provoca estados de ánimo negativos porque entran en conflicto con la visión que esas personas tienen de sí mismas. Wood sostiene que cuando las frases positivas chocan con la autopercepción, no hay sólo un rechazo sino un reforzamiento de la autopercepción. Es decir, los que creen que son antipáticos, no queridos o feos sienten que decir lo contrario es tan increíble que refuerzan su propia visión negativa en lugar de cambiarla.
Bernardo Stamateas es psicólogo y autor de libros de autoayuda por demás exitosos. Sus "Emociones tóxicas" y "Gente tóxica" han vendido más de 120 mil ejemplares. "Hay una 'autoayuda' light, plagada de consejos como 'abraza un árbol y bésalo', 'quererte', 'decirte en el espejo que sos lindo', y si una persona tiene baja estima, depresión o una fobia, por más que repita esas frases no sólo no sanará su problema de raíz sino que le agregará una nueva frustración. Ningún libro de autoayuda le cambia la vida a nadie, no es una varita mágica, sólo intenta ser un 'disparador' para repensar ciertos temas como cuando un amigo nos da un consejo o nos cuenta una historia y eso nos hace reflexionar. Y nunca suplanta una terapia psicológica, que ayuda a ir a la raíz del problema y siempre es recomendada, así como un libro que nos hizo bien".
Para Lila Isacovich, psicóloga de la Fundación Buenos Aires, quien compra un libro de alguna manera está reconociendo la autoridad de quien lo escribe. "En ese acto, alguien se somete a la palabra autorizada de otro, que se arroga el saber sobre el tema. Cuando se consulta, hay una responsabilidad insoslayable del lado del consultado, y si se tiene en cuenta el poder sugestivo que se le otorga, habrá quien haga uso y abuso de ese poder, y quien, por el contrario, se cuide muy bien de no ejercerlo. No habría que subestimar cierto componente masoquista que nos habita y puede llevarnos a buscar en estos manuales los mandatos ideales a cumplir bajo promesa de llevar una vida sana y/o superar todo tipo de conflictos o frustraciones. Hay una creencia en juego, un tipo de pensamiento religioso de 'si hago esto las cosas marcharán mejor'. Claro que existe el riesgo de que alguien quede supeditado a estas indicaciones y se sienta aún peor por no poder acatarlas. Si hay algo que está irresuelto y nos genera conflicto, es porque no pudimos implementar por nosotros mismos un cambio. Comprobar que tampoco las sugerencias de un experto nos sirven, porque no las podemos aplicar, reafirma la impotencia, la frustración".
Miriam Mazover, psicoanalista del Centro Dos, es terminante: "El problema de los libros de autoayuda es que tienen consignas universales y borran lo particular de cada subjetividad. Esto no es eficaz y puede ser nocivo. Ningún consejo es aplicable a todos. Si las indicaciones son acéfalas, sólo se logra un acting (un acto sin subjetividad). Los tratamientos personalizados siempre tienen en cuenta la estructura psíquica de cada uno". Y repite aquella consigna de Freud sobre cuidarse del fervor curandis: "No podemos renunciar a esta fuerza pulsional que se expresa en los síntomas; su reducción sería peligrosa para nuestro propósito terapéutico. Por cruel que suene debemos cuidar que el padecer del enfermo no termine prematuramente, de lo contrario corremos el riesgo de no conseguir nunca otra cosa que una mejoría modesta y no duradera"./Mariana Iglesias/El Clarín/LIVDUCA
Libro infantil podría provocar trastornos de bulimia y anorexia
Aún no está a la venta, y el libro “Maggie se pondrá a dieta”, ha causado una gran polémica debido a que está dirigido a menores entre 6 y 12 años, y porque en su portada aparece una niña “gordita” mirándose al espejo con un vestido que no es de su talla, pero que a través del reflejo se ve delgada.
El argumento del libro escrito por Paul M. Kramer, un escritor estadounidense de literatura infantil, señala que Maggie, una niña fuera de forma, hace una dieta que la transforma de una chica insegura y escasamente popular, a estrella del equipo de fútbol de su colegio.
Jaime García, nutriólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile, considera que el libro es peligroso, ya que la alimentación en niños que requieran dieta o manejo nutricional debe estar en manos de un especialista.
“Es bueno que existan libros sobre la alimentación saludable, pero que propongan dietas para niños pequeños me parece sumamente arriesgado, ya que es una población susceptible que en la pre adolescencia puede generar graves riesgos de trastornos alimentarios como anorexia y bulimia”, sentencia el profesional.
El argumento del libro fue calificado por el médico como inadecuado, por lo que hace un llamado a la precaución, y a no plantear el tema de las dietas a los niños.
“No corresponde relacionar la alimentación con el éxito, con la belleza, y con la figura física. La alimentación sólo puede relacionarse con la salud, sobre todo en los niños”, afirma el doctor.
Bárbara Valenzuela, nutrióloga del Hospital chileno Dipreca, dice que en niños menores de 12 años la dieta no está recomendada porque ellos están en la plenitud de su crecimiento, por lo tanto, la restricción de cualquier tipo de nutrición apropiada no es el tratamiento para que bajen de peso.
“En ese caso, lo más importante es ordenar las comidas y la actividad física, y eso significa que tenemos que sacar todas las cosas que están fuera de la nutrición de cualquier persona como la comida chatarra, papas fritas, dulces y bebidas”, aclara.
La especialista explica que esos alimentos no son saludables y no ayudan a los niños a nutrirse en forma óptima porque tienen gran cantidad de grasa, de sal, y de azúcar, lo que no es bueno para el crecimiento./Verónica Gudiña/LIVDUCA
En Argentina causa revuelo, la distribución de libros con apología pedófila
La literatura no es contraproducente ni provoca malos hábitos, pero hay ocasiones en las cuales genera reacciones negativas por no presentarse en el espacio adecuado. Como es de público conocimiento, hay libros dirigidos al público adulto, otros que se desarrollan para los lectores jóvenes y hasta existen propuestas ideadas para los más pequeños.
Cuando una obra llega a las manos equivocadas, entonces comienzan los problemas, tal como sucedió días pasados en la provincia argentina de Chaco. Allí, un grupo de padres, docentes, psicopedagogas y concejales denunció que había comenzado a distribuirse en las escuelas un material literario cuyo contenido hacía “apología o exaltación de la pedofilia”.
Por el perfil de estas afirmaciones, el escándalo no tardó en surgir y las autoridades se vieron obligadas a sacar de circulación a este texto que había sido editado por el Instituto de Cultura provincial bajo el título de “Arquitextos – Herramientas creativas para la producción literaria”.
Si bien se tomó la decisión de frenar la distribución de este trabajo, fueron varios los funcionarios que, en declaraciones públicas, se encargaron de aclarar que el libro no fue ideado como texto escolar, sino como herramienta de talleres literarios.
Silvia Robles, la presidenta del Instituto de Cultura chaqueño, fue una de las autoridades que buscó aportar claridad a este asunto que conmociona a numerosos argentinos. Según sostuvo ante los medios, jamás se planeó convertir a “Arquitextos” en una fuente de consulta escolar ya que es un “libro técnico destinado a especialistas que se dedican a la labor profesional de impartir talleres literarios”, tal como reproducen desde DiarioChaco.com.
Pese a las explicaciones y al rol activo que pareció asumir el gobierno provincial tras la reacción de varios padres, aún no se sabe quiénes son los responsables de haber acercado a las escuelas un material de lectura que, de acuerdo a la denuncia formulada, contiene diversos párrafos obscenos e incluye algunas referencias hacia la pedofilia./Julián Pérez Porto
La noticia: El ministro de Educación provincial aseguró que el texto “no estuvo jamás en una escuela ni va a estarlo”.
El gobierno del Chaco echó a la directora de Letras del Instituto de Cultura provincial, Graciela Barrios, por autorizar la impresión y distribución de un libro para adultos que contiene expresiones obscenas y pedófilas, se informó hoy oficialmente.
Asimismo, el ministro de Educación chaqueño, Francisco Romero, aseguró que el texto “no estuvo jamás en una escuela ni va a estarlo” porque “no fue pensado para ese ámbito” y destacó que, no obstante, el gobernador Jorge Capitanich ordenó que la edición completa fuera quitada de circulación.
Según se informó esta mañana, el vicegobernador de la provincia, Juan Carlos Bacileff Ivanoff -a cargo del Poder Ejecutivo por encontrarse Capitanich en Buenos Aires- instó al Instituto de Cultura “a tramitar la separación del cargo de Graciela Barrios, responsable del área de literatura” de ese organismo.
Asimismo, el vicegobernador solicitó a la presidenta del Instituto de Cultura, Silvia Robles, que ordene un sumario administrativo para “identificar a los responsables que ordenaron la impresión, difusión y distribución del libro Arquitextos”. El polémico libro “Arquitextos”, editado en el marco de una producción de talleres literarios para adultos, generó el rechazo de docentes y algunos concejales por contener diferentes párrafos obscenos y con referencias a la pedofilia, indicaron distintos medios locales.
El texto había sido adquirido por un grupo de docentes de la localidad de Coronel Du Graty, en una Feria del Libro realizada allí. Desde el gobierno provincial se ordenó la salida de circulación del libro, aunque no obstante desde el ministerio de Educación se insistió en que “nunca tuvo como destinatarios a personas no adultas”./El Clarín/LIVDUCA
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