Joven poeta, sensible e innovador. Se difunde en Internet usando este excepcional medio de contacto, explora formas poéticas de raíces japonesas y conduce a sus contemporáneos por la senda del arte.
Molina Barbery nació en Santa Cruz (Bolivia) el 26 de septiembre de 1985. Escritor, poeta y comunicador social, usa la internet para difundir sus cuentos y poesías. En sus sitios web y sus blogs, ha convocado la atención de muchos jóvenes cibernautas que comparten con él sus inquietudes literarias y les induce a explorar sus talentos artísticos. Esta iniciativa lo ha convertido en un líder virtual que atrae a la juventud hacia las manifestaciones del espíritu y el intelecto, induciéndolos a usar su creatividad y talento para transformarlos en poesía.
La Internet ofrece las infinitas posibilidades del contacto entre individuos que perfectamente pueden estar distanciados por miles de kilómetros. En este contexto se ha instituido el Premio Semifusa, en el que concursan jóvenes poetas de todo Sudamérica. Sus trabajos pueden ser leídos y evaluados en la red por una enorme cantidad de público de muchos países, que también puede elegir su preferencia y emitir su voto “on line”.
En este medio contemporáneo, que los jóvenes mejor que nadie usan y explotan con ventaja, es que Sebastián ha obtenido la mayor votación que le significa el primer lugar en la versión 2010 del original y novedoso premio.
La obra poética de Sebastián refleja matices la intimidad espiritual y emocional de su juventud, a través del uso de una forma poética originaria del Japón milenario: el haiku, que busca la belleza y la profundidad del pensamiento en la sencillez de la palabra y la simplicidad de la frase.
El poema haiku es corto y conciso, y sigue unas sencillas reglas de composición que juegan con la aritmética elemental de los números cinco y siete, que son la cantidad de sílabas que contiene el verso. Muy influido por la filosofía y la estética del Zen, en su austeridad y asimetría se manifiestan la libertad y la eternidad. En su trabajo puede también notarse una fuerte y saludable influencia poética de figuras como las de Jorge Luis Borges, Octavio Paz y Mario Benedetti.
Podría resultar extraño saber que un joven poeta busca marcos formales y referencias expresivas en una manifestación propia de una cultura tan lejana como la japonesa, pero luego de leerlo y de recordar que vivimos en un mundo estrechamente interconectado se puede comprender su posición.
La Internet, por otra parte, es el medio de expresión libre de los jóvenes, los adolescentes y los niños, verdaderos amos y señores de este espacio de encuentro. Al ver cómo ellos usan el lenguaje simplificándolo al extremo para comunicar sólo lo imprescindible, puede encontrarse también una lógica coherente con el haiku, paradójicamente florecido en el pasado remoto y al otro lado del mundo.
Sebastián ha publicado dos libros de poesía: Después de Este Silencio, en 2005 y Otra vez el silencio, en 2007, y ha presentado en el portal Letralia su cuento Una Tarde Cualquiera.
Su premio reconoce su talento, tanto como su accionar acorde con los tiempos y la tecnología actuales. Estamos ante la presencia de un poeta contemporáneo./El Deber/LIVDUCA
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