Francia retira los actos de homenaje a Céline por su antisemitismo
"Después de mucho reflexionar y sin actuar bajo la influencia de la emoción, hemos decidido no incluir los actos de homenaje a Celine", ha declarado el ministro de Cultura, Frédéric Mitterrand, este viernes.
Celine es autor de 'Voyage au bout de la nuit' ('Viaje al fin de
la noche') y 'Mort á crédit' ('Muerte a crédito'). También escribió folletos de carácter antisemita.
El gobierno francés ha decidid
o retirar los actos de homenaje previstos para este año con motivo del 50º aniversario de la muerte del escritor Louis-Ferdinand Céline (1894-1961), debido a las presiones degrupos judíos.
Serge Klarsfeld, presidente de la asociación de hijos de Judios deportados de Francia (FFDJF), y un famoso cazador de nazis, ha mostrado esta semana su indignación al conocer los actos de homenaje previstos en homenaje a Céline, autor de textos antisemitas
.
El listado de celebraciones nacionales,
que contiene decenas de personalidades y eventos, es publicado anualmente por el Ministerio de Cultura y elaborado por un comité presidido por el historiador Jean Favier.
"Esto no es un rechazo contra Jean Favier y el resto de miembros del comité que elaboran el listado, pero si un punto de inflexión (...) Asumo la responsabilidad," ha manifestado Mitterrand.
"Es un alivio"
, ha manifestado Klarsfeld después de la decisión del ministro. "Quiero felicitar a Frederic Mitterrand, por tener la valentía de solucionar esta metedura de pata".
Henri Godard, g
ran especialista en Céline, que había redactado la reseña sobre el escritor en la selección para 2011, admitía "las objeciones" a homenajear a "un hombre de un antisemitismo virulento". Sin embargo, Godard recordaba también que se trata de uno de los más importantes escritores franceses de la primera mitad del siglo XX.
"Es un inmenso escritor francés, el más traducido y difundido en el mundo después de Proust. Está en la pléyade, muy leído en bolsill
o. Aparte de eso, es un auténtico cabrón", resumía.
El Ministro francés de Cultura, Frédéric Mitterrand, puso fin a una viva polémica sobre el escritor Louis-Ferdinand Céline en el 50° aniversario de su muerte. El autor fue excluido de las celebraciones nacionales por sus “inmundos escritos antisemitas”.
Celebrar o no a un escritor abiertamente antisemita. Esta fue la controversia que agitó al mundo de las letras francesas en los últimos días. Pero el ministro de Cultura, Frédéric Mitterrand, puso fin de manera contundente a la polémica al decidir, el viernes pasado, no incluir a Céline en las celebraciones nacionales de 2011.
Louis-Ferdinand Céline, autor de la conocidísima novela “Viaje al fin de la noche”, uno de los libros más reconocidos de la literatura francesa del siglo XX, debía ser objeto de un amplio homenaje por el 50° aniversario de su muerte. Por ello, había sido inscrito en la li
sta selecta lista de personalidades a celebrar este año en todo el territorio francés.
Pero con su decisión, el ministro Mitterrand dejó claro que Francia, aún hoy, sigue sin perdonar a este magno escritor quien también se ilustró por ser un abierto antisemita.
De hecho, la decisión ministerial fue celebrada por un sinnúmero de intelectuales que se habían opuesto radicalmente a la inclusión de Céline en el conjunto de celebraciones nacionales del 2011.
En su intervención, Mitterrand subrayó la contribución del autor a la historia de la literatura, pero “el hecho de haber puesto su pluma a disposición de una ideología repugnante no se inscribe en el principio de las celebraciones nacionales”, aseguró.
Mitterrand se alineó así con quienes sostenían que Francia no podía homenajear a un personaje que redactó una serie de panfletos en los que afirmaba que “los judíos, racialmente, son monstruos, seres híbridos, malhechos (…) bastardos gangrenosos que deben desaparecer”. (La escuela de los cadáveres, 1938).
El más activo en esta cruzada fue el abogado e historiador Serge Klarsfeld, quien es también el presidente de la asociación de familias de ex deportados judíos. Klarsfeld se felicitó por la decisión del ministro de la cultura.
“Estoy emocionado como muchos otros que consideran que Céline fue efectivamente un gran escritor pero también un ser despreciable, que publicaba panfletos antisemitas y que se lamentaba ya que no se detenían más judíos en momentos en los que los campos de concentración estaban hacinados. Creo que es muy positivo que el gobierno haya tomado esta decisión; era un tema complejo luego de todas las reacciones que hubo. Pues, en definitiva, Céline fue alguien abyecto pero ilustre por su gran talento”.
En la polémica intervino el alcalde de París, Bertrand Delanoe quien estimó que Céline fue un “excelente escritor” pero también un “perfecto cabrón”. Otros consideraron que incluir a Céline en las celebraciones nacionales de este año era honrar principalmente al escritor. En todo caso, con su decisión Mitterrand cortó una controversia que amenazaba con convertir un asunto literario y cultural en desastre político.
Obras prohibidas
Céline escribió cuatro panfletos políticos de los cuales tres incluyen notorios llamados antisemitas. En 1937, aparece “Bagatelas para una masacre” en el que el escritor da rienda suelta a su cinismo y desenvoltura. Este panfleto fue un éxito con 75.000 ejemplares vendidos. Un año después aparece “La escuela de los cadáveres” donde Céline expresa un racismo y antisemitismo radicales.
Estas dos obras fueron retiradas de la venta en 1939 tras la publicación del “decreto Marchandeau” que prevé sanciones por “difamación o injuria contra un grupo de personas debido a su origen, raza o religión, o que incite al odio entre los ciudadanos”.
Luego de la derrota y la ocupación de Francia, Céline redacta un tercer panfleto “Les Beaux Draps” (1941), donde denuncia no sólo a los judíos y la masonerías, sino a los franceses acusados de mestizaje.
Durante el régimen de Vichy se reeditan los dos panfletos, entre 1942 y 1943. “Bagatelas para una masacre” se convierte en un best-seller junto a “Las ruinas” de Lucien Rebatet.
En la actualidad, los panfletos antisemitas de Céline no se consiguen en las librerías de Francia, salvo en los comercios de antigüedades. Esto obedece a la negativa de la viuda de Céline, quien se ha opuesto a la reedición de estas obras, respetando a su vez la decisión del autor. “Bagatelas para una masacre” puede conseguirse fácilmente en Internet y debería ser reeditada luego de que la viuda de Céline muera.
El asunto de la celebración, o no, de Céline devino en una gran polémica entre los círculos culturales y políticos de Francia pero finalmente el ministro de Cultura de ese país, Frédéric Mitterrand asumió la responsabilidad y declaró que después de mucho meditarlo decidieron no hacer el homenaje a causa de las posturas del autor. El alcalde de París, por otro lado, añadió que, si bien no puede negarse que Céline fue un excelente escritor, no puede negarse que también fue “un perfecto cabrón”.
¿Censura? Ninguno de los panfletos antisemitas de Céline se encuentran hoy en día publicados, es decir, son una suerte de rareza editorial. No dudo que más de un editor esté pensando rescatarlo y publicarlo pero ello no será posible hasta que muera su viuda. Lo único cierto, entonces, es que Céline no será oficialmente homenajeado en Francia pero la crítica no deja de ocuparse de él. La Magazine Littéráire le dedica su último dossier en el número de febrero 2011 y Mario Vargas Llosa su columna del día de ayer en El Pais.
Para Vargas Llosa, la decisión del gobierno francés envía un pésimo mensaje ya que hace suponer que, en pocas palabras, para ser un buen escritor hay que cumplir con una cierta ética y ser “una buena persona”. Céline no fue una buena persona pero, como también lo afirma el más reciente premio Nobel, fue un escritor que, emergiendo del infierno supo hacer de él una obra literaria sin precedentes y que se mantiene hasta hoy día entre los autores más vendidos a nivel mundial.El Mundo/Oveja100/El País/LIVDUCA
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